18.10.12

Respira hondo. Sigue.


Cuando tus brazos no sean dagas.
Cuando aprenda a mirar tu rostro sin estremecerme.
Cuando hables por ti y por mí, 
     y sienta que el equilibrio es posible.                              Entonces.

Entonces
tendré fuerzas para irme a la cama
    y no encontrarme con tus marcas en mis sábanas.
Entonces,
mis noches tendrán otro nombre,
    y ese nombre jugará entre mis sueños


Ya no voy a romper tus ventanas,
    para entrar como el aire.
Voy a quedarme quieta frente a la mía 
     para observar  cómo el impacto de tu cuerpo sobre mi pasado
la rompe en pedazos.




Y seré valiente
 Y volaré, 
incluso puede que lo haga contigo


2.9.12

Donde solía haber metal


Tengo derecho a cansarme de mi propio yo.
Tengo derecho a que alguien venga, y sea por mí
Y que haga con esos días un calendario astronómico
en las noches frías tenga preparada la Luna en su apogeo en mi habitación
y juguemos
a formar constelaciones
o ser materia inerte
y perdernos en la gravedad de nuestro mundo
Tengo derecho a encontrar a esa persona, que venga
me coja de la mano y empiece con un “es fácil”.
En vertical y transversal
y llevarme a aquel lugar
y llamarlo “allí donde solíamos gritar”.

29.8.12

La realidad no me abandona


Barreras
Exceso de equipaje
Es mejor que siga sin ti, sin mí
Saldrá el sol y no me traerá tu sombra
Saldrá el sol y no reconocerá la mía
Puede que este sea un viaje hacia un lugar donde solo haya materia oscura
que haya portales que pidan a gritos besos
besos olvidados.
Con sabor a despedida
Y desencanto

5.8.12

Y aunque estos sean los últimos versos que te escribo..


Con la tristeza convertida en hábito tras nuestro reencuentro decidí ir a aquel rincón porque sentía como gritaba mi nombre.
Oía hablar del amor, mientras la gente pasaba por aquel lugar y contemplaba tal obra maravillados. Como si a cada momento de sus vidas le pusieran un nombre y unos apellidos, una situación sentimental y se veían reflejados en alguno de sus ojos. Como si tuvieran la seguridad de que su historia de amor era única y se pudieran identificar orgullosos.
Me senté frente a ellas sin nada que decirles, nada para darles, mi historia de amor no fue más que una historia.. a la que le faltaba el amor.

Una manía de ponerle banda sonora a cada rincón hizo que entrase directo desde mis oídos hasta el alma “el lugar donde viene a morir el amor”..

Tratando de describir el tedio y la constancia de algunas cosas verdaderas, las que creía duraderas…
Solo pude mantener mi atención sobre aquella mujer elegante.
Hasta sus manos parecían rotas
Un ángel le acompañaba. Parecía estar ahí, tratando dejar pasar en su nombre el dolor.
Aunque no era su única compañía, podía girarse y verse a ella misma, en el pasado, cuando esa canción empezaba, descubrió que la coda, era exactamente igual que el principio, y que el presente y que todo lo vivido. Lleno de éxtasis.





Se dio cuenta de aquel bucle, fue entonces cuando decidió tirar su rosa.
Una rosa seca y muerta.
Como su amor, como su alma. Era la despedida, su despedida, entre las flores.

Al fin decidí a acercarme a ella. Algo sorprendida decidí dar un paso atrás, cuando pude dislumbrar en aquella lágrima, el reflejo de mi misma. Allí estaba, compartiendo ese mismo adiós, esa misma lágrima.


Amor, decidí escribirte y refugiarme entre estas palabras para decirte algo.
Adiós.

7.6.12

Sobre cómo dormir cuando no estés (o andar sobre cables)

¿Sabes esas noches cuando nuestros besos se encuentran en galaxias distintas?
A años luz
Y a la vez con ganas de colisionar.
¿Qué fuerza es mayor que la gravedad que los hace frenar?

¿Sabes cuánta distancia hay entre tu cuarto y el mío?
Ahí solo hay exceso de ausencias y excusas

Me refiero a esas noches eternas que nunca pasan en vano
pues las paso ideando planes,
rompiendo espejos donde solo se refleja mi obsesión,
quitándole tu nombre a las sábanas,
acostumbrándome al silencio más desmesurado,
a la nada más absoluta



He viajado a sitios que no podrías creer,
 y todos en tu nombre
He luchado con monstruos invencibles que se escondían debajo de nuestras camas,
por si te daba por tener miedo
He caminado con Oniria sobre los cables,
evitando caer en su bucle

Y he vuelto sin miedo
Porque creo que lo he entendido bien,
he encontrado
ese secreto,
para dormir cuando no estés


4.6.12

Ésta será la penúltima vez. Lo prometo


Como cuando una canción revalida el puesto de favorita a otra.
Como esa nueva melodía inesperada que rompe todos los esquemas
Como esa sensación cuando la escuchas por primera vez, en el primer acorde ya te engancha, y no habiendo acabado, deseas que suene desde el principio otra vez.
Y otra vez.
Porque es inexplicable la droga de tu beso.
Pero al menos puedo compararla con mi melodía favorita, corriendo el riesgo de que de un momento a otro, cambie de pista.
O de que quieras silencio.
O de que lo eterno se desvanezca en tus labios.