-¿Cómo es posible que hayas vuelto?
- Nadie lo sabe..ni siquiera yo
- ¿Por qué me buscas?
- Quiero quedarme contigo...para siempre
- Nada es para siempre, lo sabes
- Mi mente está cansada de oir esa frase, porque sabe que es la pura realidad..
- ¿Entonces?
- Entonces he comprendido que aunque haya llegado al fin.. no podría tachar a esa persona en la lista de mi vida porque es imposible extraer su aroma de mi ser, ni borrar su sonrisa de mis pupilas, no podría siquiera arrancarme la piel, porque sé que ya no me volverán a tocar sus aterciopeladas manos..porque no puedo dejar de engañar a las esquinas para volvernos a encontrar, porque sé que entonces no podría mirarle a los ojos y que se proyectarían sobre ellos un pasado lleno de color.
Así pues, vengo a entregarme a tí, a que me lleves alto, tan alto que se asuste el aire..para que borres de mi este maldito pensamiento que me hace seguir creyendo en lo eterno.
Y así fue, como me entregué a sus brazos, en mi cabeza versos que no paraban de repetirse..
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, 
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible, 
no esconda como acero 
En mi pecho su ala, 
Sonriedo lleno de gracia áerea mientras crece el tormento
Allá donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida, 
Sin más horizonte que ojos frente a frente
Allá, allá lejos
Donde habite el olvido
 
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