9.7.11

Puede ser un buen castigo

Nunca contemplé una estrella hasta entonces. Siempre las notaba encima mía, y alguna vez que otra me daba por mirarlas de reojo.
Hasta entonces.. me contaron que habían estado allí, en todo momento, que estaban abandonadas, se sentían solas, ya nadie apreciaba su belleza..
Hasta entonces..cuando me sumergí en algo irreal en una perfecta combinación de la que fui participe activamente: naturaleza, amor y estrellas.
Hasta entonces..cuando incrédula me faltaban ojos para observar aquel mar de estrellas, de posibilidades, aquel del que tantas veces renegué y giré la vista..
...siempre veo el cielo negro...
Hasta entonces, en aquel efímero e intenso instante en el que un destello terminó por alumbrarme, una estrella fugaz,de esas que se dejan ver tan poco que le damos un valor mágico, el don de conceder deseos.
Lo tuve claro, no dudé ni un instante en cerrar bien los ojos, para centrarme tan sólo en lo que quería..pedí que las agujas del reloj dejasen de funcionar
Desde entonces... lo único que quiero es cuidar de las estrellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario