2.9.12
Donde solía haber metal
Tengo derecho a cansarme de mi propio yo.
Tengo derecho a que alguien venga, y sea por mí
Y que haga con esos días un calendario astronómico
en las noches frías tenga preparada la Luna en su apogeo en mi habitación
y juguemos
a formar constelaciones
o ser materia inerte
y perdernos en la gravedad de nuestro mundo
Tengo derecho a encontrar a esa persona, que venga
me coja de la mano y empiece con un “es fácil”.
En vertical y transversal
y llevarme a aquel lugar
y llamarlo “allí donde solíamos gritar”.
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