18.10.12

Respira hondo. Sigue.


Cuando tus brazos no sean dagas.
Cuando aprenda a mirar tu rostro sin estremecerme.
Cuando hables por ti y por mí, 
     y sienta que el equilibrio es posible.                              Entonces.

Entonces
tendré fuerzas para irme a la cama
    y no encontrarme con tus marcas en mis sábanas.
Entonces,
mis noches tendrán otro nombre,
    y ese nombre jugará entre mis sueños


Ya no voy a romper tus ventanas,
    para entrar como el aire.
Voy a quedarme quieta frente a la mía 
     para observar  cómo el impacto de tu cuerpo sobre mi pasado
la rompe en pedazos.




Y seré valiente
 Y volaré, 
incluso puede que lo haga contigo


1 comentario: